Reseña de Mercado – Semana del 06 al 12 de enero 2025
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¿Sabías que la inflación fue negativa en diciembre? ¿Por qué? ¿Qué significa? ¿Cómo te afecta?
El índice de precios a nivel consumidor (IPC), medida que permite estimar la variación de precios de una canasta de bienes y servicios representativa del gasto de los hogares, sorprendió en el último mes del año al experimentar una caída de 0,2%. Ello fue consecuencia de fuertes retrocesos en los precios de los alimentos y liquidaciones de fin de año. La caída en los precios impacta positivamente la capacidad de compra de los hogares, al igual que al valor real de sus inversiones, por cuanto con los mismos pesos se adquieren más bienes y servicios. Además, la variación del IPC determina la evolución en el precio de la Unidad de Fomento (UF), medida que se utiliza para fijar el monto de diversos pagos. De esta forma, la mencionada caída significa un menor desembolso en préstamos o cuentas denominadas en UF. Adicionalmente, las menores presiones inflacionarias incrementan la probabilidad de que el Banco Central continúe recortando la tasa de interés de referencia, mejorando de esta forma las condiciones de financiamiento de las familias. Sin embargo, de ocurrir, dichos recortes no debieran ser tan acentuados debido a que la inflación anual se situó en 4,5%, aún 1,5 puntos porcentuales sobre la meta de 3%.
Los temores recesivos en Estados Unidos se están diluyendo ¿Por qué?
Desde la recesión provocada por la crisis sanitaria, gran parte de los analistas y de Wall Street esperaba un segundo proceso recesivo como consecuencia del fuerte aumento en las tasas de interés decretado por el banco central estadounidense para contener la mayor alza en los precios. Sin embargo, el balance de las cifras recientes confirma la mayor resiliencia de la economía a un entorno monetario más restrictivo. De hecho, en días recientes se conocieron las mejores perspectivas para el sector servicios y la solidez del mercado laboral. Respecto a ello, la economía generó en diciembre 256 mil nuevos puestos de trabajo, su mejor resultado desde marzo pasado, la tasa de desempleo cayó hasta un 4,1%, mientras que los ingresos de los trabajadores aumentaron.
Sin embargo, las buenas noticias para el mercado laboral no necesariamente lo son para el mercado accionario.
Nuevas señales que confirman el dinamismo del mercado laboral es probablemente lo que menos deseaban los inversionistas en el mercado accionario. En un contexto en que las perspectivas para este año eran abrumadoramente favorables debido al impacto del plan de desregulación de Trump y al posible, y agresivo, recorte en la tasa de impuesto corporativo, el desempeño en las dos primeras semanas del año está lejos de ser alentador. De hecho, las liquidaciones en los mercados accionarios se acentuaron a fines de la semana pasada luego de que las muy buenas cifras del mercado laboral pusieron en duda nuevos recortes en la tasa de política monetaria. Ello se tradujo en alzas generalizadas en los costos de endeudamiento.
La crisis inmobiliaria en China ha impactado severamente las finanzas de los gobiernos regionales.
Desde hace más de dos décadas la principal fuente de financiamiento de los gobiernos regionales y municipales había sido la venta de terrenos para proyectos inmobiliarios y de infraestructura. Con el estallido de la crisis inmobiliaria a mediados de 2022, esa situación cambió dramáticamente. De hecho, los ingresos provenientes de estas operaciones han caído sistemáticamente durante los últimos tres años. Ello, sumado a un sostenido crecimiento del gasto de los gobiernos regionales, ha provocado un crecimiento explosivo de la deuda. La principal implicancia de lo anterior es que la capacidad de implementar políticas de estímulo fiscal es extremadamente limitada.
El riesgo de deflación en China sigue plenamente latente ¿Riesgos?
El índice de precios en China se desaceleró en diciembre por cuarto mes consecutivo, cerrando el 2024 con un alza anual de sólo un 0,2%. En tanto, la inflación a nivel mayorista, indicador que mide los precios en su primera transacción comercial, cerró el 2024 con una caída 2,5%, acumulando casi 2 años en terreno negativo. Ello, en otra manifestación de la debilidad de la demanda interna y las crecientes presiones deflacionarias. La deflación se define como una caída sostenida en los precios y uno de los riesgos de dicho fenómeno es que si los agentes se convencen de que los precios pueden seguir cayendo postergan sus decisiones de consumo e inversión, provocando retrocesos adicionales en la demanda, en un círculo vicioso que puede arrastrar a la economía a una fase recesiva.