La retórica de la FED tranquilizó a los inversionistas ¿Por qué?
El foco de atención del mercado durante la última semana estuvo centrado en la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (FED) y las señales respecto a sus próximos pasos. En concreto, los encargados del organismo dejaron inalterado el rango para su tasa de política monetaria y no manifestaron una especial preocupación por los mayores aumentos de precios registrados al inicio de año. Además, sus miembros revisaron levemente al alza sus proyecciones de crecimiento económico y de inflación. A pesar de ello, siguen esperando al menos tres recortes de la tasa de política monetaria en lo que resta de 2024, visión similar a la manifestada a fines del año pasado.
El mensaje de la FED tranquilizó a los mercados financieros, motivando caídas en las tasas de interés en todos los plazos y alzas adicionales en los principales referenciales accionarios. Esto último estuvo además apoyado por noticias corporativas favorables, especialmente entre las grandes tecnológicas. Lo anterior prolongó el entusiasmo por el potencial asociado a la Inteligencia Artificial.
Las cifras recientes confirman la mayor fortaleza de Estados Unidos.
El balance de las cifras publicadas en los últimos días confirmó la mayor resiliencia de la economía. En este sentido, destacó el inesperado repunte en el indicador líder, la caída en las solicitudes de seguros de desempleo y el sólido avance en los indicadores de actividad del sector inmobiliario. Adicionalmente, el flujo de ventas de viviendas usadas repuntó con particular fuerza durante el mes de febrero, mientras sus perspectivas han mejorado. Esto último, de la mano de menores tasas de interés y un mercado laboral más robusto.
¿Qué llevó al Banco de Japón (BoJ) a abandonar su política de tasas de interés negativas?
Los miembros del comité de política monetaria del BoJ mantuvieron por cerca de 8 años una política monetaria ultra expansiva la cual, entre cosas, consistió en dejar su tasa de interés de referencia en valores negativos. Ello, con el fin de romper el ciclo de caída sostenida en los precios (proceso conocido como deflación). La medida del BoJ vino luego de un conjunto de cifras que mostraron un repunte de la inflación y una aceleración en el ritmo de crecimiento de los salarios, lo que aparentemente le dio más confianza al organismo de que su objetivo se está cumpliendo. Sin embargo, a pesar de dicha medida el yen se debilitó en relación con el dólar. La aparente paradoja tuvo su explicación en el hecho que el BoJ afirmó que la política monetaria continuará siendo acomodaticia y no entregó señales claras sobre alzas adicionales en la tasa.
A pesar del muy buen inicio de año persiste la preocupación por China.
Los datos de actividad sectorial correspondientes a los primeros dos meses de año fueron mejores a lo esperado, destacando las aceleraciones en la producción del sector industrial y en la inversión en capital fijo. Sin embargo, esto último estuvo en buena medida explicado por un fuerte crecimiento del mayor gasto público en infraestructura. Ello permitió compensar una nueva caída de la inversión en el sector inmobiliario. En tanto, el comercio minorista moderó su crecimiento, confirmando así una expansión de la demanda aún débil, impactada por niveles de confianza bajos y el deterioro en el mercado laboral. Con todo, a pesar del buen inicio de año el desempeño de la economía sigue siendo frágil.