Grata combinación para la economía chilena: Más crecimiento y un repunte del empleo.
La economía chilena experimentó durante febrero un crecimiento anual de 4,5%, resultado que superó ampliamente las expectativas y dio cuenta de su mejor registro desde mayo de 2022. A nivel sectorial, destacó el mayor dinamismo en la actividad minera y la producción industrial. El repunte estuvo también impulsado por factores de oferta, tales como el mayor valor agregado de la generación eléctrica y el sector pesquero. En todo caso, dada su naturaleza, estos efectos serán probablemente de carácter transitorio. Por su parte, si bien la tasa de desempleo se mantiene alta, el ritmo de creación de empleos ha continuado mejorado. De hecho, en los últimos doce meses terminados en febrero, la economía creó cerca de 280 mil puestos de trabajo. Hacia delante, si bien persisten riesgos relevantes, las perspectivas han mejorado.
A pesar de la mejoría en marzo, la situación inflacionaria sigue siendo delicada.
El índice de precios a nivel consumidor (IPC) registró en el mes de marzo un aumento mensual de 0,4%. Si bien dicha alza fue algo menor a la esperada, la cifra sigue siendo elevada y vino luego de fuertes aumentos en los precios durante el primer bimestre de 2024. Además, hay un nivel de incertidumbre alto respecto a la magnitud del impacto inflacionario asociado al alza reciente en el tipo de cambio. En tanto, las medidas de inflación subyacente, las cuales excluyen los componentes de precios más volátiles como alimentos y energía, continuaron mostraron resultados altos. Ello sugiere que la lucha contra la inflación está aún lejos de concluir.
En este contexto ¿Qué hizo el Banco Central de Chile? y ¿Qué se espera?
La combinación de un desempeño de la economía mejor al esperado y condiciones inflacionarias aún frágiles, llevó al Consejo del Banco Central a moderar la magnitud de baja de la tasa de política monetaria. De esta forma, el organismo recortó en 75 puntos base la tasa rectora, llevándola a un 6,50%. En tanto, en el comunicado adjunto a la decisión, el BC manifestó una retórica más cautelosa respecto a la trayectoria de la política monetaria ¿Implicancias? Las señales del BC llevaron al mercado a estimar que la magnitud de bajas continúe moderándose en las próximas reuniones. Ello redundó en aumentos generalizados en las tasas de interés. Por su parte, la visión más prudente del BC, sumada al fuerte repunte en el precio del cobre, provocó un importante fortalecimiento del peso en relación con el dólar.
Las perspectivas para la economía mundial muestran también señales de mejoría.
En China, el denominado PMI Manufacturero, uno de los principales indicadores líderes del sector, repuntó con más fuerza de la esperada durante marzo, mientras que el indicador análogo del sector servicios también mejoró en similar período. Estas cifras, sumadas a los buenos datos al inicio de año, incrementó la confianza del mercado en que la economía será capaz de cumplir con su meta ambiciosa de crecimiento económico. Ello ha motivado alzas generalizadas en los precios de los commodities, incluyendo el cobre. Por su parte, en Estados Unidos los indicadores líderes continuaron mejorando, mientras que volvió a sorprender la fortaleza del mercado laboral. Ello permite pensar que el consumo de los hogares continuará impulsando a la economía.
Sin embargo, se identifican aún riesgos relevantes.
El precio del petróleo aumentó con fuerza en las últimas semanas bordeando los US$87 el barril, alcanzando con ello su nivel más alto desde octubre pasado. Ello fue consecuencia de la escalada en las tensiones en Medio Oriente luego de que Israel se declaró en estado de alerta máxima ante la amenaza de una represalia por parte de Irán tras el ataque atribuido al Ejército israelí contra el consulado iraní en Damasco. Una intensificación del conflicto tiene el potencial de provocar severas disrupciones en la oferta de crudo. La acentuación de las tensiones geopolíticas y la escalada en el precio del petróleo representan un riesgo para la economía mundial y para los progresos en el control de la inflación.