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Reseña de Mercado – Semana 28 de junio al 03 de julio del 2023


Por qué la economía chilena se contrajo durante el mes de mayo

El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC), principal medida del desempeño de la economía chilena, registró en el mes de mayo una contracción anual de 2%, cifra que, además de ser más débil de lo anticipado, dio cuenta de su cuarto mes consecutivo de caída.

¿Y por qué ocurrió esta caída en el IMACE?

Esta contracción de la economía fue consecuencia de un retroceso en la producción minera, así como caídas en comercio, industria e impuestos sobre productos. Las cifras de mayo confirman la fragilidad de la economía y las perspectivas desafiantes para la segunda mitad del año. De hecho, los datos reforzaron las proyecciones de una contracción de la actividad económica local en el 2023, sustentadas en caídas en el consumo privado y la inversión. 

¿Qué llevó a que el IPSA alcance su máximo histórico?

Aún cuando el balance de los datos de actividad fue más débil de lo esperado y que las perspectivas de corto plazo son desafiantes, el IPSA, principal referencial del mercado accionario local, alcanzó al inicio de la semana su nivel histórico más alto. Ello, en un contexto en que se extendió el optimismo en los mercados financieros internacionales, se prolongó el ingreso de capitales hacia las economías emergentes y se reforzó la probabilidad de que el Banco Central de Chile inicie prontamente el recorte en su tasa de política monetaria.

En Estados Unidos, los grandes bancos pasaron las pruebas de estrés. Ello moderó la preocupación por las condiciones del sector.

De acuerdo con las conclusiones de la Reserva Federal (FED), los 23 grandes bancos sujetos este año a las pruebas de estrés tienen suficiente capital para absorber más de US$ 540 billones en pérdidas estimadas bajo un escenario de caída extrema y continuar, además, otorgando préstamos. La FED destacó que desde la crisis financiera global los bancos aumentaron sustancialmente su capital, alcanzando niveles que superan los mínimos exigidos.

En tanto, otro hecho que destacó la FED fue que los principales bancos iniciaron las pruebas con altos niveles de pérdidas no realizadas. Sin embargo, los valores de estos activos se apreciaron en el escenario adverso por cuanto se estima que las tasas de interés disminuyan. Ello dio paso a caídas más acotadas en los índices de capital, especialmente en los bancos más grandes.

En China, el deterioro de los indicadores líderes confirma las dificultades que está teniendo la economía.

El desempeño de los principales indicadores líderes a nivel sectorial fue más débil de lo anticipado. En este sentido, si bien el índice correspondiente al sector manufacturero aumentó ligeramente en junio, completó tres meses consecutivos de señales contractivas. En tanto, el sector servicios volvió a debilitarse, alcanzando su nivel más bajo en lo que va del año.

Estos resultados constituyen nueva evidencia de que la economía se encuentra en una situación más débil de lo que el mercado asumía tras el desconfinamiento de la economía a fines de 2022. Además, da cuenta de los desafíos en materia de crecimiento para la segunda mitad del año, en un contexto en que persiste la crisis en el sector inmobiliario, el crecimiento del gasto interno es débil, la demanda global está menos dinámica, la tasa de desempleo juvenil es históricamente alta y los niveles de deuda de los gobiernos locales elevados. Esto último es particularmente relevante dado que refleja el poco espacio para la implementación de políticas de estímulo.

Lo anterior está comenzando a repercutir en todo el mundo, afectando especialmente a los precios de las materias primas y los mercados accionarios chinos. Respecto a esto último, el repunte de más de un 10% que experimentó el MSCI China durante enero duró poco, por cuanto el indicador revirtió las ganancias del año y ahora se encuentra poco más de 6,0% por debajo del cierre de 2022 y casi un 20% por debajo del máximo del año.

El Banco Central de China (PBoC) acentuó sus esfuerzos para contener la escalada del tipo de cambio.

Luego del sostenido debilitamiento del yuan en relación con el dólar a lo largo de 2023, que lo llevó a su valor más bajo desde noviembre de 2022, el PBoC intensificó el apoyo a la moneda al establecer una tasa de referencia diaria más alta. La medida de la autoridad monetaria es una señal clara de que el PBoC considera excesivos los movimientos recientes en el mercado cambiario. De forma paralela, trascendió que los bancos estatales vendieron dólares en los últimos días. Si bien es probable que se implementen nuevas intervenciones, ello probablemente sólo disminuiría el ritmo de depreciación de la moneda, en un contexto de débil desempeño de la economía y una ampliación en el diferencial de tasas de interés entre Estados Unidos y China.

 

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