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Reseña de Mercado – Semana 19 al 25 de julio del 2023


¿Por qué la inversión en Chile se mantiene débil y sus perspectivas desafiantes?

Luego de una sólida recuperación tras la crisis sanitaria, los flujos de inversión en Chile se debilitaron en los últimos cinco trimestres, mientras que las proyecciones -incluidas las del Banco Central- apuntan a una contracción de mediana intensidad en el 2023. En parte, ello da cuenta del hecho que el sostenido deterioro en los procesos de aprobación de proyectos está limitando la recuperación de la inversión. De acuerdo con el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), en los últimos doce meses a junio se acumuló un monto de proyectos ingresados por US$ 28.373 millones, cifra inferior a los US$ 70.000 millones de principios de 2020. En tanto, el monto acumulado de proyectos aprobados en los últimos doce meses llegó a US$ 12.238 millones, menos de la mitad del nivel máximo observado a fines de 2017.

Por otra parte, las condiciones crediticias continúan siendo limitadas. Según la encuesta de créditos elaborada por el Banco Central, hay un porcentaje mayor de bancos en que los estándares crediticios se han vuelto más restrictivos en los distintos segmentos de préstamo. Además, las instituciones financieras perciben que la demanda por crédito se mantiene débil en los distintos segmentos. Adicionalmente, los indicadores de confianza empresarial siguen en niveles deprimidos, mientras se identifica evidencia que da cuenta de una mayor incertidumbre en el ámbito político-legislativo.

¿Qué provocó la escalada del tipo de cambio local?

La paridad local se situó levemente por debajo de los $829 al cierre del presente informe, cerca de $20 por encima del valor observado una semana atrás. Ello se dio a pesar de un moderado fortalecimiento de las monedas emergentes y el repunte en el precio del cobre. Los efectos bajistas de dichos factores fueron más que compensando por las expectativas de un recorte agresivo de la tasa de política monetaria local en la reunión del próximo 29 de julio y un alza de su tasa par de Estados Unidos el 26 de julio. Además, se identifican indicios de que la incertidumbre político-económica va en aumento. 

En China se anuncian nuevos mecanismos de apoyo al crecimiento ¿Cuáles fueron sus implicancias sobre los mercados financieros?

Los datos de los últimos meses confirman que el crecimiento de la economía tras la rápida apertura de fines de 2022 no fue tan dinámico como las autoridades y el mercado estaban esperando. Ello provocó un cambio en la dirección de política económica. En este sentido, a las medidas anunciadas en las últimas semanas, se sumó en días recientes la solicitud de las autoridades a los bancos para reducir los costos de refinanciamiento de US$ 5,4 trillones en préstamos hipotecarios, instando además a renegociar los contratos hipotecarios y otorgar nuevos créditos. Lo anterior se suma a la presión reciente para que los bancos flexibilicen sus condiciones crediticias para las firmas de desarrollo inmobiliario. Además, al inicio de la semana, la cúpula del Partido Comunista reconoció que la economía enfrenta nuevas dificultades, comprometiéndose a ayudar al mercado inmobiliario y al sector privado, así como impulsar la demanda interna y avanzar en la posible resolución de los riesgos de deuda de los gobiernos locales.

Frente a ello, los mercados financieros reaccionaron positivamente, apreciándose un repunte en las principales plazas accionarias chinas y un fortalecimiento del yuan en relación con el dólar. Esto último también apoyado por trascendidos de que los bancos chinos estarían interviniendo en el mercado cambiario vendiendo dólares. En tanto, expectativas de que los comentarios de las autoridades se materialicen en medidas concretas redundó en un alza en los precios de los metales industriales, incluyendo el cobre.

En Europa, el riesgo de recesión va en aumento.

El principal indicador anticipatorio de la actividad económica regional, denominado PMI Compuesto, cayó más de lo esperado durante julio, alcanzando su nivel más bajo en ocho meses y situándose en un nivel contractivo por segundo mes consecutivo. A nivel sectorial, las señales nuevamente fueron mixtas, destacando la caída en manufacturas y la expansión en servicios, aunque en este último caso la señal fue más moderada. Lo anterior es nueva evidencia que sugiere que la moderada contracción de la economía al inicio de año es probable se extienda hacia lo que resta de 2023.

 

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