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Reseña de Mercado – Semana 12 al 18 de julio del 2023


¿Las buenas cifras de inflación serán suficientes para que la Reserva Federal (FED) finalice el proceso de ajuste monetario?

En junio, la variación mensual del índice de precios a nivel consumidor (IPC) registró un alza de 0,2%, cifra menor a la esperada. Con ello, la tasa de variación anual se situó en un 3%, dato que, además de ser el más bajo desde principios de 2021, confirmó una desaceleración más pronunciada. Si bien en buena medida ello fue consecuencia de caídas en los componentes más volátiles, se aprecian también mejoras en las medidas subyacentes.

Por su parte, la inflación a nivel productor, medida que da cuenta de las presiones de costos que enfrentan las firmas, continuó desacelerándose, tanto en su medida efectiva como en la subyacente, ratificando así la tendencia declinante que se observa desde mediados de 2022. Ello es consecuencia de la normalización en las cadenas de distribución global y la caída en los precios de las materias primas. Las menores presiones de costos deberían continuar trasladándose gradualmente a los precios a nivel consumidor.

Dado lo anterior, si bien aún se espera un aumento de la tasa de política monetaria de 25 pb en la reunión del 26 de julio, el mercado ahora le asigna una mayor probabilidad a que en la reunión de septiembre la FED pondrá fin al actual ciclo alcista. Además, se estima el inicio de un proceso de recortes en los primeros meses de 2024. La materialización de dicho escenario reforzará el optimismo en los mercados financieros internacionales.

¿Cómo reaccionaron los mercados financieros?

El S&P500, uno de los referenciales accionarios más relevantes, registró en la última semana un alza de 2,2%, prolongando la tendencia alcista que se aprecia desde mediados de mayo.  Ello fue el reflejo de las buenas cifras de inflación en Estados Unidos y el positivo balance de los reportes de utilidades corporativas, especialmente de los grandes bancos. En el mercado de renta fija, el ajuste bajista en la trayectoria esperada para la tasa de política monetaria en Estados Unidos gatilló fuertes y generalizadas caídas en las tasas de interés. En tanto, el dólar se debilitó a nivel global, fenómeno que tuvo efectos alcistas sobre los precios de las materias primas.

¿El debilitamiento de la economía China llevará a las autoridades a implementar un plan de estímulo de gran magnitud?

El balance de los datos de actividad publicados en días recientes fue más débil de lo anticipado, constituyendo nueva evidencia de un desempeño de la economía más frágil de lo que el mercado esperaba a fines de 2022. En este sentido, la economía registró un crecimiento anual de 6,3% durante el segundo trimestre un punto por debajo de lo esperado y en buena medida explicado por una base de comparación baja (debido al estancamiento de la economía en el segundo trimestre de 2022). En tanto, en junio los indicadores sectoriales mostraron un panorama débil, destacando el lento avance de las ventas minoristas y de la inversión. Por su parte, si bien la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en un 5,2%, el desempleo juvenil alcanzó un nuevo máximo de 21,3%.

En el ámbito inflacionario, la variación anual del IPC fue nula en junio, mientras el índice de precios a nivel productor profundizó su caída. Frente a ello, se acentúa la presión para que las autoridades continúen implementando nuevas medidas de apoyo. En todo caso, el espacio es muy acotado considerando la crítica situación fiscal de los gobiernos locales. Dado ello, es difícil esperar un plan de estímulo de gran magnitud. 

En Chile, el IPSA repuntó, las tasas de interés cayeron y el peso se debilitó.

En la última semana el IPSA registró un alza de 3,6%, superando ligeramente los 6.200pts. Con ello, alcanzó su nivel histórico más alto. Lo anterior se dio en un contexto de mayor optimismo en los mercados financieros internacionales, expectativas de un pronto y agresivo recorte en la tasa de política monetaria local y la percepción de un menor riesgo regulatorio-legislativo.

Por su parte, la reciente mejoría en la situación inflacionaria provocó una mayor confianza en el mercado de un pronto recorte en la tasa de interés de referencia. Ello, sumado a la caída en las tasas de interés internacionales, redundó en bajas generalizadas en las tasas locales, especialmente de los papeles denominados en pesos. Finalmente, en el ámbito cambiario, la paridad local cerró ligeramente por debajo de los $814, cerca de $3 por encima del valor de una semana atrás. Ello se dio a pesar del debilitamiento generalizado del dólar en los mercados internacionales, la caída en las tasas de interés globales y el repunte en el precio del cobre. Los efectos bajistas de dichos factores fueron más que compensando por las expectativas de un recorte agresivo de la tasa de política monetaria local.

 

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